La negociación de valores de empresas relacionadas con fusiones anunciadas, pero aún no completadas se conoce como “Arbitraje de Fusiones.”
Cuando una compañía decide asumir el control de una empresa cotizada, el precio por acción que la empresa adquirente debe aceptar pagar a la empresa objetivo es, típicamente, mayor que el precio por acción prevalente en las bolsas. La diferencia de precio es conocida como “prima de adquisición”.
Una vez anunciados los términos de adquisición, el precio de la acción de la empresa objetivo aumenta, pero, normalmente, continúa manteniéndose un poco por debajo del precio especificado en los términos de adquisición.
Ejemplo: la compañía A acepta comprar la compañía B. Antes del anuncio de la adquisición, las acciones de la compañía B cotizaban en el NYSE a $20.00 por acción. Los términos del acuerdo especifican que la compañía A pagará $25.00 en efectivo por cada acción de la compañía B. Poco después de que se anuncie el acuerdo, no es inusual ver que las acciones de la compañía B cotizan a $24.90 – más alto de lo que habían cotizado hasta ese momento, pero todavía a 40 puntos básicos de descuento frente al precio acordado.
Hay dos razones principales para esta diferencia:
- Aunque la adquisición se ha anunciado, puede que nunca se complete, debido, por ejemplo, a dificultades normativas, comerciales o financieras; y
- El coste del interés de mantener las acciones de la empresa objetivo.
Si la compañía adquirente es una empresa cotizada, el acuerdo de adquisición puede estar estructurado también como un acuerdo de “ratio fijo”, por el cual la compañía adquirente paga a la compañía objetivo un ratio fijo por sus acciones. Una vez que el acuerdo de adquisición por ratio fijo se ha anunciado, el precio de las acciones de la empresa objetivo se convertirá en una función del precio de las acciones de la empresa adquirente.
Ejemplo 2: La compañía C, cuyas acciones tienen un precio de $10.00, acuerda adquirir la compañía D, cuyas acciones cotizan a $15.00. Los términos del acuerdo especifican que se pagarán dos acciones de la compañía C por cada acción de la compañía D. Poco después del anuncio del acuerdo, no sería extraño que las acciones de la compañía D cotizaran en bolsa a $19.90, incluso en el caso de que dos acciones de la compañía C valgan actualmente $20.00 en efectivo.
Al igual que con un acuerdo en efectivo, el precio de negociación de la empresa objetivo estará bajo par respecto a lo sugerido por el ratio del acuerdo debido a costes de interés y bloqueos potenciales del acuerdo. Este diferencial también puede verse influenciado por las diferencias en dividendos recibidos frente a dividendos debidos durante el periodo de vigencia del acuerdo, y también debido a las dificultades de tomar en préstamo las acciones del adquirente. En ocasiones, las adquisiciones se estructuran mediante ratios de flotación de acciones, o con collares alrededor de un ratio de flotación acción-por-acción. También hay fusiones que utilizan combinaciones de acciones y efectivo que requieren elección por parte de los titulares de la empresa objetivo. Estos acuerdos hacen que la relación entre los precios de acciones de la empresa adquirente y de la empresa objetivo sea mucho más complicada que los acuerdos de adquisición estándar de "efectivo" o "ratio fijo" y requieren estrategias de negociación específicas e intrincadas.
Tanto para acuerdos de adquisición de efectivo como de ratio fijo, el bajo par en el precio de mercado de la empresa objetivo tiende a reducirse al acercarse la fecha de cierre del acuerdo y progreso del acuerdo a lo largo de varios estadios, tales como el recibo con éxito de aprobación reguladora, de financiación y de accionistas. Normalmente, cualquier descuento o bajo par desaparece para el día en que se completa la adquisición.
Las estrategias de negociación de arbitraje de fusiones estándar intentan capturar el diferencial entre el precio de negociación actual de una empresa adquirida y el precio eventual del acuerdo. En el caso de una adquisición en efectivo, la negociación estándar de arbitraje de fusiones es comprar acciones de la empresa objetivo cuando el precio de mercado de sus acciones es menor que el precio del acuerdo, con la esperanza de que el acuerdo se llevará a cabo con éxito y las acciones de la empresa objetivo alcanzarán el precio del acuerdo. En caso de la adquisición de ratio fijo, la negociación estándar de arbitraje de fusiones es comprar acciones de la empresa objetivo y, simultáneamente, acciones en corto de la empresa adquirente cuando las acciones de la empresa objetivo estén cotizando bajo par del precio especificado en los términos de la adquisición, tal y como se calcula según los precios de acciones actuales y el ratio especificado del acuerdo de las empresas. En ambos casos, el operador espera que el acuerdo se cierre, ganando dinero al decaer el descuento del precio del acuerdo.
Por supuesto, si un operador cree que el mercado es demasiado optimista respecto a las perspectivas del acuerdo, podría ejecutar lo opuesto de las operaciones arriba descritas: vender en corto acciones de la empresa objetivo y potencialmente comprar acciones del adquirente.
Al igual que con todas las estrategias de negociados, las estrategias de arbitraje de fusiones contienen riesgos inherentes.
Las estrategias largas de arbitraje de fusiones arriba descritas están diseñadas para dar beneficios si la adquisición se completa con éxito; pero, si la adquisición se retrasa o se cancela, o incluso si se rumorea que puede retrasarse o cancelarse, estas estrategias se arriesgan a perder dinero, en algunos casos una cantidad superior a la inversión original. Las estrategias en corto de arbitraje de fusiones se arriesgan a perder dinero si se completa el acuerdo, con potencial de pérdida significativa si hay una oferta más atractiva por la empresa objetivo.
Este comunicado se proporciona solo con propósitos informativos y no debe ser considerado como una recomendación o sugerencia de comprar o vender valores. La negociación en acciones de empresas relacionadas con fusiones anunciadas es inherentemente arriesgado. Debería conocer los términos y riesgos de la transacción propuesta antes de realizar cualquier decisión operativa. Los clientes son los únicos responsables de sus propias decisiones de negociación.